Imposible acusar a Javier Milei de no cumplir sus promesas, a diferencia de lo ocurrido con otros mandatarios acusados de traicionar el voto popular una vez que se apoltronaron en el sillón presidencial. Los ajustes prometidos llegaron con creces a partir de recortes en partidas presupuestarias del Estado asignadas a jubilados, empleados públicos, obras de infraestructura y subsidios.
En Argentina la cuestión económica vinculada siempre a la inflación y al valor del dólar parece ser el termómetro social para marcar el nivel de eficacia de un gobierno. La macroeconomía fue una de las variables de la gestión ensalzadas en el discurso de 40 minutos que el presidente dio el martes 10 por cadena nacional. Ese día su gobierno cumplió un año y la democracia recuperada en la Argentina cumplió 41.
Más allá de la cuestión económica, Milei logró en un solo año modificar cuestiones sensibles en la sociedad. Mediante el decreto 70/2023 de diciembre de 2023, conocido como mega-DNU, y la Ley de Bases –finalmente aprobada este año con varios remiendos y negociaciones–, Milei asumió una suerte de plenos poderes para modificar o anular leyes que desarticularon a buena parte de la oposición social y política.
Tal como ocurrió en los comienzos del gobierno de Mauricio Macri (2015-2019), la CGT (Confederación General del Trabajo), que nuclea a la mayoría de los sindicatos y federaciones de trabajadores, decidió no dar batalla frente a la reforma laboral incluida en el mega-DNU. La central obrera peronista se quebró hace apenas dos semanas, cuando Pablo Moyano, uno de sus referentes, decidió renunciar en desacuerdo con su orientación. Moyano se mostró dispuesto a desarrollar ahora un plan de lucha en conjunto con la CTA (Central de Trabajadores de la Argentina).
A la neutralización del movimiento obrero le siguió, desde mayo, la denuncia penal del gobierno por malversación de fondos públicos contra una docena de dirigentes sociales del Polo Obrero, la Unión de Trabajadores de la Economía Popular, Barrios de Pie y otras agrupaciones menores. Los acusan de quedarse con las partidas presupuestarias de comedores populares del Gran Buenos Aires. Con una veintena de dirigentes detenidos y cinco procesados, la operación alcanzó para bajar la presión social sobre el Ministerio de Capital Humano conducido por Sandra Pettovello, que ahora solo recibe quejas de magnitud del Grupo de Curas en la Opción por los Pobres, un grupo de sacerdotes católicos en sintonía con el papa Francisco.
Mientras tanto, el Observatorio de la Deuda Social, perteneciente a la Universidad Católica Argentina (UCA) –cuna de la derecha económica y política–, viene denunciando el crecimiento de la pobreza y la indigencia. Al cierre del primer año de gobierno de Milei, la pobreza trepó al 49,9 por ciento de la población general y al 65 por ciento de la infantil. La indigencia alcanza el 12,9 por ciento, según la usina de datos de la UCA.
En materia laboral, el desempleo alcanzó el 7,6 por ciento al cierre de 2024, con un crecimiento de 2,2 puntos respecto de diciembre de 2023. El empleo tiene directa relación con la actividad económica. Según dice a Brecha el economista Arnaldo Bocco, exfuncionario del gobierno de Fernando de la Rúa y cercano al peronismo, «la actividad económica está casi un punto por debajo de noviembre de 2023, con especial caída en la industria y la construcción. Solo el agro logró amortiguar un poco la caída de la actividad en general». Los salarios privados registrados están 1,2 puntos abajo respecto de noviembre de 2023 y los salarios estatales cayeron 16 puntos respecto de la misma fecha. En relación con 2015, los salarios privados perdieron 23,9 por ciento del poder adquisitivo, mientras que los empleados públicos perdieron un 39 por ciento.
Para Bocco, «2024 fue un año de grandes cambios económicos, en el que la estabilización macroeconómica avanzó más rápido de lo pensado. La contracara fue una caída de la actividad económica y del empleo, aunque con señales de recuperación. Si se consolida este modelo, Argentina será un país más caro en dólares, con más apertura comercial ante el mundo, menor carga impositiva, pero al mismo tiempo con niveles de desigualdad social elevados y serios problemas crónicos de empleo».
La cuestión social
Desde el comienzo de su gestión, Milei cuestionó la educación pública en todos sus niveles y obtuvo como respuesta dos marchas universitarias nacionales, en abril y en octubre, apoyadas masivamente por la población de diferentes ciudades del país. El movimiento de defensa de la educación pública cuenta con el apoyo de la oposición peronista, la radical y de la izquierda.
A la pobreza y los ataques contra la educación, se suman los despidos en el Estado, con la pérdida de 26 mil puestos de trabajo, y la eliminación del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, y del cupo laboral trans y para discapacitados. También se acumulan los recortes presupuestarios al sistema de salud de los jubilados y al sistema nacional de ciencia. Casi un 17 por ciento del presupuesto nacional, en su momento asignado a esas áreas, ha sido amputado.
Los juicios por delitos de lesa humanidad siguen su curso, pero las manifestaciones de la vicepresidenta Victoria Villarruel sobre los exmilitares detenidos, la necesidad de otorgarles prisiones domiciliarias y de revisar las condenas provocan incertidumbre en los organismos de derechos humanos y de familiares de las víctimas.
En la última semana, y para festejar el primer año en la Casa Rosada, Milei decidió bajar por decreto la edad para la portación de armas de 21 a 18 años y declarar el fin de la emergencia en materia de tierras en disputa por los pueblos originarios, con lo que avaló la ejecución de sentencias judiciales sobre esas tierras favorables a empresarios agrícolas de distintos puntos del país. Todas las miradas apuntan al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones contenido en la Ley de Bases y aprobado en setiembre pasado. La intención del gobierno es que por allí ingresen grandes empresas mineras, petroleras y de energía en general, si bien aún no hubo anuncios oficiales concretos en ese sentido.