La frase de la escritora francesa, formulada a propósito de Al azar Balthazar (1966), es recogida en uno de los capítulos de este libro,1 junto a otras de Jean-Luc Godard, Louis Malle, François Reichenbach, Pierre Klosowski y el director de fotografía Ghislain Cloquet. A esa altura de su carrera, Robert Bresson, nacido en 1901 y autor de apenas 13 largometrajes desde Los ángeles del pecado (1943) hasta El dinero (1983), más un corto anterior, Les affaires publiques (1934), se había constituido en un fenómeno peculiar y solitario en el panorama del cine mundial. Este libro compilado por su viuda Mylène, y con un prefacio de Pascale Mérigau, reúne una serie de entrevistas realizadas a Bresson que se suceden de la misma manera que sus películas, permitiendo un acercamiento de primera mano a c...
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