Hace poco, Fermín y Luis Tunda Prada conversaron sobre las ganas de reencontrarse y trabajar juntos a partir de 2023. Pasaron seis años desde que se dieron un descanso luego de haber compartido espacio, tiempo e ideas por más de un cuarto de siglo en el taller de caricaturas e historietas que coordinaban. Recién comenzada la década del noventa, tras algunas pruebas en el ejercicio de dar clases, Tunda viajó por España casi todo un año y, al regresar, sus ganas de compartir la docencia con Fermín estaban determinadas. El sí fue inmediato, querían hacer el intento de entregar algo que ellos no habían podido tener durante la dictadura, encuentros estables con otros en los que se enseñaran los lenguajes del cómic, la historieta y sus pormenores.
La primera casa fue el local de la revista Guamb...
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