Cuatro años y medio duró lo que en sus inicios prometía ser una experiencia completamente novedosa en Europa: un gobierno dirigido por un partido a la izquierda de la socialdemocracia. Tras su rendición incondicional ante aquello que prometía combatir, acabó en un fiasco de una magnitud equivalente a las esperanzas que levantó.
El lunes asumió
en Atenas un nuevo gobierno, el primero monocolor en varias décadas. Nueva
Democracia, el partido conservador dirigido por Kyriakos Mitsotakis, ganó las
elecciones legislativas anticipadas del domingo 7 con casi el 40 por ciento de
los votos, y en virtud de un sistema electoral que premia a los vencedores con
un plus de 50 diputados consiguió 158 bancas, siete más de las necesarias para
la mayoría absoluta y 80 más de las que tenía hasta ahora. La Co...
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