Mucho se han denunciado los expolios directos que acompañan las intervenciones militares que las potencias occidentales llevan a cabo periódicamente, sobre todo en África, bajo diversas coberturas, en especial la de las «misiones de paz»: la ocupación más o menos duradera de partes de territorios, la apropiación de recursos naturales, los beneficios obtenidos por empresas originarias de los países interventores en los proyectos de «reconstrucción» y otras formas de aprovechamiento ligadas, a menudo, a la instalación o la permanencia de gobiernos «amigos» en los países «ayudados». Menos se habla de un aspecto de esas intervenciones que sus protagonistas (los gobiernos y las fuerzas armadas interventoras) presentan como «un acto de responsabilidad con las poblaciones locales»: las indemniza...
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