El escenario electoral que vive España desde hace meses, y que podría estar culminando, no es el más propicio para encarar análisis profundos, que necesitan levantar la mirada temporal y abarcar el tiempo largo. Esta mirada supone comprender que el sistema político de la península es hijo de lo que se denomina como “régimen del 78”, en referencia a las piezas clave del posfranquismo: la monarquía, la Constitución aprobada ese año, el sistema de partidos y las reglas electorales, pero también un sistema económico donde la banca (la misma del franquismo) juega un papel determinante.
A la amalgama de esas piezas el filósofo Amador Fernández-Savater la denomina “cultura de la transición”, ya que se convirtió en el guión del tránsito de la dictadura a la democracia y fue “la cultura oficial en ...
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