—¿Cuándo supieron que, además de actuar, querían dedicarse a la escritura teatral?
Florencia Caballero —Yo solo quería ser actriz, pero cuando terminé la EMAD [Escuela Multidisciplinaria de Arte Dramático] apareció el germen de la escritura a partir de clases de semiótica con Claudia Pérez. Luego, mi primer curso de actuación fuera de Uruguay lo tomé con José Sanchis Sinisterra, que daba un curso para actores y otro para dramaturgos. Cuando me quise dar cuenta me encontré escribiendo y comprendí que llevaba haciéndolo mucho más tiempo del que pensaba. La escritura se reveló estando por debajo de todo lo demás.
Josefina Trías —Renegué bastante de ser escritora hasta que, como docente, empecé a sentir la necesidad de escribir con mis alumnos, haciendo ejercicios de dramaturgia del actor. Ahí...
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