Es que antes las películas conllevaban más seguido la experiencia de compartir algo, de formar parte de un fenómeno masivo que se consumía con pasión, y eso es algo que los cinéfilos extrañamos: discutir, enojarnos, pelearnos en la mesa por comparar contenidos estéticos, éticos y políticos. Tal vez el problema es que ahora eso pasa sobre todo con las series, y quienes seguimos creyendo que el formato del largometraje es insustituible, quedamos un poco huérfanos de la función generadora de diálogo social que solía tener el cine.
Roma fue la excepción, aunque no por casualidad se trata de una película estrenada en Netflix. Hacía tiempo que no se hablaba tanto de un filme, a favor y en contra. Del mismo modo, es extraño y gratificante encontrar entre las candidatas una propuesta tan punzante y crítica como Vice, en la cual lo experimental, lo irónico y lo político se entremezclan de una manera realmente orgánica. ¿Será que la era Trump ha logrado el milagro de hacer resucitar el buen cine político estadounidense? El futuro dirá.
Otra de las películas interesantes es Can you ever forgive me?, porque recupera una tradición intimista que, como un destello de sensibilidad, logra encontrar, cada tanto, su lugar en el cine estadounidense. Las escenas de bar de este filme son profundas, trasmiten una exploración honesta del comportamiento humano. Me recordaron a la maravillosa Carol, de Todd Haynes, en su obsesión por contar los silencios, las imposibilidades, los pequeños acercamientos, el detalle de las reacciones. Y Green Book también está muy bien. Tiene todos los ingredientes del buen cine clásico de Hollywood: un viaje transformador en un auto vintage; un ítalo-americano excelentemente actuado por Viggo Mortensen; un protagonista negro que es músico de jazz y un final feliz. Nada puede salir mal.
De todas maneras, es cierto que las verdaderas joyas se encuentran en las categorías de animación y de película extranjera (por favor, no perderse Mirai, la nueva maravilla de Mamoru Hosoda, ni Un asunto de familia, esa belleza infinita dirigida por el inmenso Hirokazu Kore-eda). Pero mejor no pensar en eso y entregarse al entretenimiento, que esto es el Oscar y no hay nada tan malo en dejarse engatusar un poco. Total, siempre es bueno recordar aquellos tiempos dorados que, últimamente, parecen haberse fugado de Hollywood.
Doble o nada
Los periodistas de cine de Brecha creemos que lo más lindo de los premios Oscar, al fin y al cabo, es utilizarlos como excusa para ver películas y para apostar. Aquí, exponemos lo que creemos que debería ganar (nuestros egos críticos nos obligan) y efectivamente lo que pensamos que ganará. Que disfruten de sus pencas.
Nominaciones
— Mejor Película: Pantera Negra / La favorita / Green Book / Nace una estrella / Vice / Un infiltrado en el KKKlan / Rapsodia bohemia.
— Mejor director: Spike Lee, por Un infiltrado en el KKKlan / Pawel Pawlikowsky, por Cold War / Yorgos Lanthimos, por La favorita / Alfonso Cuarón, por Roma / Adam McKay, por Vice.
— Mejor actriz: Yalitza Aparicio, por Roma / Glenn Close, por Una buena esposa / Lady Gaga, por Nace una estrella / Olivia Colman, por La favorita / Melissa McCarthy, por Can you ever forgive me?
— Mejor actor: Christian Bale, por Vice / Bradley Cooper, por Nace una estrella / Willem Dafoe, por Van Gogh, a las puertas de la eternidad / Viggo Mortensen, por Green Book / Rami Malek, por Rapsodia bohemia
— Mejor guion original: La favorita / El reverendo / Vice / Roma / Green Book.
— Mejor guion adaptado: La balada de Buster Scruggs / Un infiltrado en el KKKlan / Can you ever forgive me? / El blues de Beale Street / Nace una estrella.