En un panorama de crisis de credibilidad política, frente al desgaste del oficialismo y el ascenso de la derecha, la Unidad Popular (UP) pretende mantener su banca en el Parlamento y posicionarse en octubre como una “fuerza de cambio” que defiende el programa histórico de la izquierda tradicional. Los integrantes de la fórmula presidencial dicen no estar dispuestos a generar alianzas con el Frente Amplio (FA), y ante un probable balotaje en noviembre, guardarán silencio.
A laUnidad Popular (UP) se le achaca
tener una visión “sesentista”, ser una izquierda atrapada en ensoñaciones, cuya
aplicación, si no ocurrió en el pasado, hoy sería más impracticable. Sin
embargo, desde esa formación creen fervientemente que, en un mundo más injusto
que el de aquella década, su ideología está más vigente...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate