La lectura de “El aprendiz de brujo: la tradición liberal y el fascismo” fue la excusa para hablar con Ishay Landa de su hipótesis acerca de que el vínculo entre el liberalismo (y el neoliberalismo) y la ultraderecha autoritaria, que hoy rompe los ojos, no es algo nuevo. Se remonta a tendencias autoritarias que estuvieron siempre en el corazón del liberalismo. El autor enumera los cuestionamientos que dejan en jaque la idea de que el liberalismo es un sólido defensor de la democracia contra el autoritarismo.
—A los liberales les gusta presentarse como demócratas absolutos, como defensores de la democracia contra diferentes tipos de autoritarismo. ¿Qué dice tu investigación sobre esta autopresentación?
—La noción de “democracia liberal” suele entenderse como una relación simbiótica y armoni...
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