Con el golpe de febrero de 1973 el Organismo Coordinador de Actividades Subversivas llegó a su mayoría de edad. Fue un factor decisivo en las operaciones militares contra la Armada, lo que facilitó una reestructura que facilitaría las represiones futuras.
La usurpación del poder por los militares en febrero de 1973 fue posible gracias a tres factores: la debilidad y la cobardía civil; la conducción estratégica de un plan diseñado en 1971; y en el plano militar, la efectividad operativa del Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas (Ocoa).
En el primer factor fueron decisivas la manera en que el presidente Juan María Bordaberry se atornilló a su cargo a cualquier costo, la omisión criminal de una mayoría parlamentaria que un año antes había abierto la caja de Pandora, y la confus...
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