De acuerdo a fuentes blancas consultadas por Brecha, las andanzas fueron varias. El detonante fue la aparición de cheques con firmas falsificadas (nada menos que la del contador del sector Todos hacia Adelante, quien negó haber estampado su inicial y su apellido en los papeles en cuestión), además de abultadas deudas impagas. Lacalle Pou no dejó pasar más tiempo, enfrentó al contador y al diputado, y finalmente, frente a las evidencias, le pidió a Andújar que renunciara a la banca. Como éste se negó, el dirigente herrerista lo expulsó del sector. Luego le comunicó la decisión a toda su bancada y también la hizo pública mediante una carta. Allí alegó razones de índole personal, así como conductas que no coincidían con los valores del partido. Con el correr de las horas trascendió el tenor de las razones personales.
Las versiones sobre las prácticas de Andújar no son de ahora y el aludido siempre las negó, sosteniendo que eran repercusiones inherentes a los conflictos políticos. Sin embargo, el ambiente se siguió cargando de desconfianza, hasta que aparecieron copias de los cheques rebotados, información sobre pagarés y deudas de montos considerables, así como las firmas adulteradas. “Me equivoqué. A mis 41 años reconozco haber pecado de ansioso, de poco previsor, de incrédulo y hasta de desordenado”, terminó escribiendo en un correo público el diputado.
Dirigentes blancos consultados por Brecha afirmaron que Lacalle Pou no tiene previsto iniciar acciones legales contra el expulsado, puesto que no es uno de los directamente afectados por las maniobras. “Lo hecho, hecho está”, dijo el ex presidenciable al ser consultado por este semanario, y solicitó remitirse al comunicado público. Lacalle argumentó que las cuestiones personales y políticas no pueden separarse. Por otro lado, el presidente del Directorio del partido, Luis Alberto Heber, dijo que el tema no sólo aún no ha pasado a ninguna comisión de ética, sino que ni siquiera fue tratado en ese organismo. “Los elementos los tiene Luis Lacalle Pou, pero no hubo denuncia de por medio (al Partido Nacional)”, apuntó Heber.
Sebastián Andújar mantenía una relación familiar muy estrecha con Lacalle Pou, al igual que su padre, el ex intendente de Canelones Juan Andújar, muy próximo al ex presidente Luis Alberto Lacalle. El padre del diputado expulsado estuvo al frente de una gestión municipal (1990-1995) signada por irregularidades en las licitaciones de cementerios privados y la concesión de televisoras por cable. Su hijo, en la pasada campaña electoral, fue candidato a la Intendencia de Canelones, y fue electo como representante en el Parlamento y se acaba de convertir en la primera baja parlamentaria.
Pero no es el primer caso controvertido, ya que otro dirigente herrerista ya fue removido del sector en la pasada campaña electoral. El ex director de Afe Mauricio Cusano fue relevado de su cargo en el ente (estaba allí en representación de la oposición) luego de que trascendiera que empleaba fondos del ente ferroviario para almorzar en una parrillada propiedad de su esposa en Barros Blancos. Y la tranquilidad tampoco está garantizada para los próximos meses, ya que el delfín de Lacalle Pou en Maldonado, Rodrigo Blás (quien compitiera contra Enrique Antía por la Intendencia), enfrenta una investigación por defraudación tributaria en la justicia del crimen organizado.