Una mujer de 41 años residente en España es la nueva “nieta recuperada”, pero quienes esperan abrazarla pronto son su padre, Carlos Alberto Solsona, y su hermano mayor, Marcos Solsona. Ambos estuvieron junto a la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, durante el anuncio hecho en la tarde del martes 9 en la sede de la organización en Buenos Aires.
Su madre, Norma Síntora, fue una militante del Prt-Erp nacida en Córdoba, donde desarrolló casi toda su militancia, hasta que en 1976 partió clandestina y embarazada hacia la localidad de Moreno, en la provincia de Buenos Aires, para resguardarse de la represión.
Desde 1975 Córdoba capital era una ratonera asolada por el escuadrón de la muerte Comando Libertadores de América y, con el golpe de marzo del 76, la situación se volvió un infierno. Carlos, su compañero, había salido del país y dejó a su hijo en común, Marcos, al cuidado de una abuela. El 21 de mayo de 1977 secuestraron a Norma y a otra pareja militante, sin que se supiera nada más de ellos. Se presume que habría dado a luz en la maternidad de Campo de Mayo.
En 2012 las investigaciones de Abuelas dieron con una mujer radicada en España. Tras contactarla al año siguiente, ella afirmó que viajaría a Buenos Aires para analizar el tema de la identidad. Sin embargo, el contacto se perdió y el caso pasó a la unidad especial de la Fiscalía para casos de apropiación de menores durante la dictadura.
La causa judicial se inició en el juzgado federal del juez Sergio Torres, quien reclamó dos veces a la justicia española por una extracción compulsiva de sangre con allanamiento, pero España negó tal posibilidad. Fue gracias a la intervención de un amigo argentino que la mujer decidió en 2017 retomar la investigación sobre su identidad. Hace dos semanas llegó a Buenos Aires y el 3 de abril se hizo los estudios de Adn en el Banco Nacional de Datos Genéticos. Dos días más tarde quedó confirmado el vínculo con su madre, Norma Síntora. Las Abuelas de Plaza de Mayo siguen armando el rompecabezas de identidades rotas por la dictadura, que ya tiene 129 piezas. Faltan casi cuatrocientos.