Ella sabía que sus diarios se publicarían. En esos textos estamos implícitos siempre nosotros. Highsmith no solamente reescribió, corrigió y transcribió partes importantes de sus anotaciones, sino que, incluso, a veces se dirige explícita y directamente al lector. Esta constatación de la que nos daba por descontados y el minucioso trabajo de registro que son sus diarios implica, entre otras cosas, la absoluta certeza que tenía de que su destino era la grandeza. «He tenido la sensación de que este día estaba lleno de verdades» –escribe en la entrada del 11 de julio de 1943–. «¡Son días así los que me llevan a esperar que este diario se relea algún día!» Lo cierto es que la energía que invirtió en ellos es inmensa. Fue una extraordinaria diarista, tanto por su esfuerzo en retratar la vida cu...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate