La nota que transcribo fue publicada en el número 13 de la revista Maldoror de Montevideo, correspondiente a setiembre de 1977, y nunca recogida por otro medio. Testimonia el interés que ya entonces revestía para mi generación la poesía de Ida Vitale como signo de un tipo de poesía en el panorama uruguayo, tal como lo veíamos. En pleno período de dictadura, mirábamos alrededor a ver quién, qué antecedente en nuestro oficio nos rescataba, de qué figuras y de qué actitudes estéticas podíamos agarrarnos. Eso explica el proyecto de mi Antología crítica de la poesía uruguaya (1900-1985), publicada en 1990, que existía como idea conjunta con Eduardo Milán ya más o menos desde la fecha de este artículo. Lo que nosotros entendíamos por no crítica era la poesía que no reflexionaba sobre el lenguaje...
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