¿Por qué será? Cabildo Abierto tiene la cualidad, inocente e impremeditada, de atraer nazis, skinheads, terroristas de Estado. Y su líder, el general (r) Guido Manini Ríos, tiene la mala suerte de ser fotografiado con tales indeseables, de modo que debe promulgar una excomunión por semana.
En la seguidilla de revelaciones no deseadas, primero fue el teniente coronel (r) de la contrainformación Eduardo Radaelli, condenado en Chile por el secuestro, desaparición y asesinato en Uruguay del agente de la Dina Eugenio Berríos; Radaelli integra las listas de Cabildo Abierto. Casi simultáneamente Brecha reveló que el mayor (r) Enrique Mangini, antiguo miembro de la fascista Juventud Uruguaya de Pie (que practicaba manualidades tatuando esvásticas en los muslos de jóvenes estudiantes), que después participó en el asesinato del estudiante Santiago Rodríguez Muela, en 1972, es asesor del general Manini. Otros militares retirados del entorno del candidato presidencial comparten su condición de miembros de la logia Tenientes de Artigas, pero no se les conocen méritos sanguinarios como los de Mangini y Radaelli. Sobre estos, Manini aclaró que “cumplieron con la justicia y no tienen ningún impedimento para colaborar con Cabildo Abierto”.
Después aparecieron las fotos. La primera mostraba a un grupo de jóvenes junto con Manini en la inauguración de un local; uno de ellos vestía una remera que exhibía, impresas, las consonantes de la palabra svástica en alemán, inscripción que en Alemania identifica a los neonazis (hknkrz = Hakenkreuz). Manini explicó que no sabía el significado de las consonantes y que no podía prever con quién se fotografiaba en actos públicos.
Ahora aparecen otras fotos que vinculan a un ex militar que integra las listas de convencionales de Cabildo Abierto y que ostenta un pasado de skinhead neonazi. Este militante de Cabildo Abierto firmaba sus incursiones por Facebook con el alias de Panzerfaust, que identifica a las lanzagranadas fabricadas por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Las fotos publicadas por El Observador muestran a Panzerfaust tatuándose en el brazo la palabra “skinhead”. Como el tatuaje es difícil de borrar, el convencional por la agrupación Purificación prefirió el intento de borrar su pasado, argumentando que dichos antecedentes, perdidos en el tiempo –cuatro o cinco años atrás–, eran “cosas de jóvenes”. Manini anunció que, “de confirmarse el pasado neonazi”, será expulsado del partido. Panzerfaust anunció que solicitaría una entrevista con el general “para aclarar cómo son las cosas”. Los neonazis no adhieren a la máxima “No aclares que oscurece”.