En la convocatoria y el impulso de producciones nacionales de artistas independientes, ocupa un rol relevante la gestión de la Sala Verdi, a cargo de Gustavo Zidan. Ante la convocatoria para trabajar en la adaptación de una novela, Courtoisie redobló el desafío eligiendo una manera peculiar de acercarse a un texto breve que, a primera vista, parece no hermanarse demasiado con la escena. Pero la directora eligió abordarlo a través de la performance; así, en la evocación a aquellas muchachas del universo de Migdal aparece el cuerpo como narrador de historias vinculadas a la vivencia de la muerte y el duelo, que implican, para los personajes, un complejo tránsito por el dolor.
Dos actrices con experiencia en instalaciones y performances acompañaron a la directora para tomar este riesgo: ...
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