Ciclo universitario de música popular: La facultad de popularizar - Semanario Brecha
Ciclo universitario de música popular

La facultad de popularizar

El Instituto de Música de la Facultad de Artes llevará a cabo un ciclo de música popular con artistas de dicho instituto titulado Unes, con entrada libre y gratuita. Será todos los viernes desde el 1 de setiembre hasta el 27 de octubre en diferentes salas de la capital y contará con una diversidad de propuestas que reflejarán una parte de lo que la música popular tiene para ofrecer desde el ámbito universitario.

Las Pantuflas Cósmicas. LUCÍA BERTI

Definir qué es la cultura popular es una de las problemáticas más profundas en el ámbito cultural de los últimos tiempos. Cualquier definición, por más certera que se presente, siempre deja una cuña para vislumbrar una contradicción, una falta o una incongruencia. Pero parecería que, grosso modo, en algo se está de acuerdo: lo popular es aquello que no se encuentra o no es desarrollado en/por la academia. De hecho, la cultura popular es una creación de la denominada cultura alta, algo que en un determinado momento llevó al desarrollo de la propia academia. En su origen, lo popular surgió para diferenciar la excelencia y elevación del saber –generalmente definido como conocimiento– que se desarrolla en la academia y que es de acceso restringido a un grupo privilegiado.

En los últimos años, ante una caída de la academia como lugar de legitimación –en parte sustituida por el mercado–, lo popular parece una forma en la que aún sucede algo genuino, con cierta pureza, y que puede expresar y aclararnos de mejor manera lo que siente y vive la mayoría. Esa diferenciación entre academia y cultura popular es algo que a muchas personas, sobre todo generaciones más jóvenes, las atraviesa enormemente, pues la academia termina siendo una especie de antagonista. Y, bueno, etimológicamente lo sería. Ante ello aparece la constante y latente pregunta de cómo dialogar, incorporar e incluir a la cultura popular en el ámbito académico.

Es necesaria la inclusión de estudios de cultura popular y, de hecho, de todo lo que forme parte de la cultura de nuestra sociedad actual. Y al decir inclusión necesariamente nos referimos a todo aquello que se encuentra segregado, que es disidencia dentro del campo del saber y las prácticas sociales. A su vez, debemos ser conscientes de que la academia no es solo un espacio con contenidos, es una lógica. Por eso, al reconocer e incluir saberes que han sido negados, también es necesario preguntarnos cómo incluir sus propias formas de transmisión, sus prácticas, sus retóricas. No tratarlos solo como un contenido a ser estudiado, sino más bien como experiencias vividas. Son esos aspectos los que de verdad hacen a los saberes populares, y si en el camino la lógica académica no puede ni validarlos ni justificarlos, entonces la manera no debería ser adaptar, sino cambiar, pero hacia adentro de la academia.

UNA INVITACIÓN ABIERTA

Estas problemáticas están muy presentes dentro de la Facultad de Artes, sobre todo en tiempos más recientes, con la creación del Instituto de Danza y su fuerte enfoque en prácticas y expresiones contemporáneas. El Instituto de Música –antes Escuela Universitaria de Música– no cuenta con una licenciatura ni una clara línea de música popular, aunque sí hay materias electivas, seminarios, entre otras modalidades. Está también la Unidad Académica de Músicas Populares en Integración, aún en desarrollo, en la que el cantautor Rubén Olivera viene presentando una serie de propuestas. El ciclo Unes es una de ellas.

El colectivo participante describe las actividades de la siguiente forma: «El nombre del ciclo es una invitación abierta. Por un lado, propone la unión de diferentes estéticas, con el propósito de visibilizar el interés por los lenguajes populares de la música. También se propone unir a la comunidad del Instituto de Música en particular (con la participación de estudiantes, docentes y egresades en todos los grupos musicales y en la organización) y a la Facultad de Artes con otros servicios en general. Por otro lado, busca ser un espacio inclusivo en el más amplio sentido, no binario, «unos, unas, unes que hacen música», en el que participan personas con diversidad de intereses, edades y contextos». Queda claro que no será un evento como cualquier otro, y podemos profundizar en las razones.

Para empezar, la idea de compartir y difundir parte del trabajo artístico que sucede en el Instituto de Música se amplía, pues no solo será con entrada libre y gratuita, sino que sucederá en más de un lugar: los auditorios de la Facultad de Arte, Nelly Goitiño y Vaz Ferreira, la Sala Lazaroff y los centros culturales Florencio Sánchez y Artesano. Así, la facultad no solo se abre al público, sino también al territorio, dibujando un mapa más allá del concentrado circuito del centro de la ciudad, llegando hasta el Cerro, Peñarol y Flor de Maroñas. Vale aclarar que el contacto con la comunidad es uno de los principales bastiones de la Universidad de la República en general, a través de la extensión, y la Facultad de Artes desarrolla varios proyectos en esa línea. Por eso, un ciclo de conciertos esparcidos por la ciudad es algo novedoso.

Las propuestas más encontradas tienen antecedentes en nuestro país, siguiendo tradiciones folclóricas o de la canción popular uruguaya, en las que, a su vez, se atraviesan búsquedas personales, aunque tal vez no en todos los casos el objetivo sea encontrar un lenguaje propio. Y lo interesante y particular de ello es que quienes presentarán serán estudiantes y docentes de la facultad que tienen proyectos de música popular. Al haber pocas instancias de trabajo para ello en la institución, no son proyectos que nacen dentro de ella, sino de necesidades y búsquedas propias. Por ende, es posible que las músicas dialoguen con saberes, conceptos y acercamientos compartidos en la facultad, pero, al fin y al cabo, sus prácticas son populares.

En consonancia con lo dicho más arriba, este ciclo parece un excelente ejemplo de cómo darle paso a lo popular en tanto objeto, pero también, y sobre todo, en tanto forma. Porque solo puede estar fundamentada y justificada en lo popular aunque tenga aspectos que puedan coincidir con las concepciones de la música académica que maneja el instituto. En definitiva, el ciclo Unes removerá a quien concurra, por la música, por el compartir, por el diálogo territorial y, en especial, por abrir puertas a hacernos la pregunta de qué deseamos y necesitamos en nuestro intercambio cultural y de aprendizaje. Y esta vez desde el corazón.

Popular, libre y gratuito

Las actividades se llevarán a cabo todos los viernes de setiembre y octubre con la siguiente programación: 1 de setiembre en el Auditorio Nelly Goitiño: Rompetambó, La Otra Orilla y Algo Pasa; 8 de setiembre en la Sala Lazaroff: Por si Acaso, Invención de Morel y Las Pantuflas Cósmicas; 15 de setiembre en el Auditorio Vaz Ferreira: BFP Trío, Dos por Tres y Got@n.uy; 29 de setiembre en la Sala Lazaroff: Tres Amigos, Viejos Son los Trapos y Vidamí; 6 de octubre en el Auditorio de la Facultad de Artes: Dúo Molino y Cinco en la Rama; 13 de octubre en el Teatro Florencio Sánchez: Pájara Pez, Asamblea Ordinaria y Pablo Machado; 20 de octubre en el Centro Cultural Artesano: Los Cottonetes, Pascual Márquez y Más Quereres; 27 de octubre en el Auditorio de la Facultad de Artes: Aripuca Trío, La Plapla y Malbaraje.

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