Nacida en Montevideo en 1980, Maia Castro se destacó dentro del colectivo de mujeres que empezaron a revitalizar el tango uruguayo hace aproximadamente una década atrás. Trabajadora y profesional como pocas, logró especial relieve por su entrega y una actitud roquera que la llevó a hacerse un importante nicho de mercado con presentaciones en todos los escenarios de importancia de nuestro país, así como espectáculos en los países limítrofes y nada menos que cinco giras europeas en los últimos cinco años. Asimismo, editó una nutrida discografía: Maia Castro (2007), Tango inerte (2009), De saltos y otros vientos (2012), Milonga, tango y otros vientos en vivo (2015) al que se suma ahora Quinto,1 un nuevo álbum grabado en Tractatus los días 10 y 11 de agosto de 2018.
La actitud roquera de Maia la llevó en el pasado a un estilo interpretativo bastante monocorde y sin matices, lo que, en honor a la verdad, ha cambiado radicalmente en el presente álbum. La cantante ha trabajado notoriamente sus dotes interpretativas volcándose a una lectura mucho más profunda de los textos y agregando a la fuerza y convicción de su voz una paleta mucho más amplia, que la favorece enormemente.
En Quinto,Maia Castro y su guitarra están acompañadas por una excelente banda integrada por Horacio di Yorio en piano, acordeón, arreglos y dirección musical; Santiago Peraza en guitarra; Enrique Anselmi en contrabajo y bajo eléctrico; Matías Craciun en violín y Pablo Abdala en batería y percusión. A esa banda básica se suma también el aporte de los músicos invitados Gonzalo Durán, en guitarra, y Maximiliano y Pablo Porciúncula en voces.
El repertorio del disco tiene un fuerte peso de Castro como compositora, ya que encontramos seis autorías propias. El costado autoral siempre fue un punto fuerte en la trayectoria de Maia, y aquí sorprende por lo interesante de sus textos y lo inspirado de sus melodías. Se destacan, entre estos temas propios, “Simplemente”, una burlona milonga que abre el disco, así como las zambas “Camino” –de preciosa melodía– y “El mundo de a dos”.
Entre las composiciones de otros autores, resaltamos la excelente versión de la bellísima “Soledad” de Gardel y Le Pera, una buena versión de “Qué pena” de Alfredo Zitarrosa y una lectura más que eficiente de “La Fulana”, milonga del gran Alberto Mastra. Es interesante comprobar que muchos intérpretes uruguayos del tango se han volcado últimamente a redescubrir la notable obra de Mastra, quien además de un inspirado autor era un intérprete excepcional en el canto y la guitarra.
De algún modo, este disco muestra una Maia Castro menos “tanguera” en un sentido estricto, pero a la vez mejor compositora e intérprete, abriendo un nuevo capítulo en su carrera. No queda sino esperar con auténtica expectativa lo nuevo que vaya sumando desde ahora, luego de esta innegable profundización de sus posibilidades.
1. Quinto. Bizarro, 2018.