Las departamentales consolidaron la tendencia de la elección nacional: el Frente Amplio (FA) fue desplazado del Interior y se replegó hacia el sur. Sacando Salto, la amplísima extensión del Uruguay profundo quedó en manos de la nueva configuración partidaria de la derecha, que en muchos departamentos se presentó bajo un mismo lema, con hegemonía del Partido Nacional (PN). Los frenteamplistas cerraron filas en torno a Montevideo y Canelones, con Ciudad de la Costa como centro gravitacional. Pero para la izquierda, las elecciones de setiembre también revelaron problemas en el paraíso.
A pesar de haberse quedado con el sillón departamental, el FA se encontró con una competencia inédita a nivel territorial. Los electores frentistas mostraron indiferencia por las candidaturas a alcaldes, a la p...
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