Hay ciertos libros que pueden definirse antes por sus referencias que por su propio contenido. Connerland, cuya trama es, en principio, muy difícil de sintetizar en unas pocas líneas, es ante todo un homenaje a la literatura de ciencia ficción, especialmente a Kurt Vonnegut, uno de sus más importantes y distinguidos practicantes. La dedicatoria es para Kilgore Trout, protagonista de varias novelas de Vonnegut (Desayuno de campeones y Matadero cinco, entre otras). El epígrafe es una cita de Dios le bendiga, míster Rosewater, o echando margaritas a los cerdos (1965), quinta novela de Vonnegut. En la primera línea de la novela se lee algo sobre las “Aerolíneas Timequake”, la única referencia más o menos para iniciados, dirigida a la última e inacabada novela de Vonnegut, Timequake (1997). Est...
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