Un contacto directo con sus electores, sin intermediarios. La comunicación de Bolsonaro se asemeja a esa relación inmediata entre Dios y sus fieles que pregonaba Martín Lutero cinco siglos atrás y que revolucionó la sociedad. Por más virtual o engañosa que sea, la horizontalidad de su campaña, sin mediación de la prensa u otros medios tradicionales, genera una sensación de cercanía en una población que dejó de creer en las instituciones.
Ocho segundos, ese era el tiempo otorgado para un spot de propaganda electoral gratuita en las radios y canales de televisión de la coalición del Partido Social Liberal (Psl), por el cual Jair Bolsonaro se lanzó a la carrera presidencial de Brasil.
Los tiempos de cada candidato los define la justicia electoral a partir de criterios como la representativida...
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