Klaus Teuber nació en 1952 en Rai-Breitenbach, un pueblo entre valles y montañas que aún hoy no llega a los 1.000 habitantes. Hijo de un dentista, siguió los pasos de su padre y trabajó en la empresa de prótesis dentales de la familia. Su padre enfermó y él tuvo que hacerse cargo de la empresa; cercado de problemas, se encerraba para diseñar juegos de mesa. Era su forma de evadirse. Así nació el Barbarossa, su primer juego. Un amigo lo convenció de que lo mostrara a una editorial y súbitamente lo que había sido nada más que un escape se convertía en una profesión. Con la creación del Catán, publicado en 1995, originalmente bajo el nombre Die Siedler von Catan, esa profesión fue, además, exitosa. Así, este oscuro dentista de un pueblo perdido de Alemania es considerado hoy el padre de los j...
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