Creció en el norte. Conocía a fondo ese entorno tan influido por las mixturas de idiomas y costumbres, y, hay que decirlo, por los vaivenes del tipo de cambio: esas mareas monetarias que favorecen o perjudican a uno y otro lado de la frontera y originan movimientos económicos y sociales. Supo buscar los consensos en esos ambientes híbridos para fomentar el crecimiento artístico de la zona: fue el fundador del Museo Municipal de Artes Plásticas de Rivera, de la Escola de Artes en Santana do Livramento y del Museu de Artes da ASPES, también en Livramento. La creación del primero, que abría y cerraba sus puertas según los arbitrios de los gobernantes de turno, le demandó 50 años, y así lo dejó consignado en un libro fundamental: desde hace 50 años. relatos testimoniales de la lucha por un mus...
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