Desde los inicios de su carrera profesional se destacaba su emisión vocal, firme y segura. Era capaz tanto de sostener un hilo en vibrato, casi al borde del murmullo, como de desplegar una potencia torácica capaz de cambiar el ritmo cardíaco de quien tenía enfrente. Ubicada en el rango vocal central‑grave, la voz de Mercedes tenía una colocación sumamente espontánea e intuitiva. A eso le sumaba el dominio de un flujo sonoro, muy homogéneo y parejo, que habitualmente se denomina “legato”, una cualidad excepcional en cantantes que no han tenido una educación académica o de conservatorio. Otro de sus atributos era la gran musicalidad que ponía al servicio de sus interpretaciones: poseía un absoluto dominio del sentido rítmico, de la ubicación temporal en el discurso melódico y del manejo de l...
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