El proyecto presentado por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social para ajustar la ley de negociación colectiva (18.566) a las objeciones que sobre la norma formuló la Organización Internacional del Trabajo (OIT) a solicitud de los empresarios comenzó a ser tratado con tanto apuro por la comisión de legislación del trabajo de la Cámara Baja que, en vez de citar a la cátedra para que diese su opinión, como se acostumbra, le solicitó un informe escrito.
Quizá el entusiasmo inicial se haya enfriado. Lo cierto es que la incertidumbre pende sobre la discusión. Está por comenzar una nueva ronda de negociaciones salariales y parece desaconsejable que las reglas del juego cambien en medio de la conversación. A la vez, está por ponerse a consideración del Parlamento la rendición de cuentas...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate