Este ciclo, que se inició en 2017 bajo el nombre Ellas, se expande en 2023 denominándose Nosotras y adquiriendo el formato de gira, ya que las piezas se presentarán del 3 al 26 de marzo en la Sala Delmira, en el Complejo Cultural Politeama de Canelones, en el Teatro Macció de San José y en la Casa de la Cultura de Maldonado. En esta edición, se seleccionaron cuatro obras sobre personajes diversos, algunos históricos, cuya relevancia busca rescatarse. Es el caso del unipersonal Armen, que se estrena el viernes 3 de marzo para abrir el ciclo. La pieza aborda aspectos biográficos de la vida de la actriz Armen Siria (María Inés Chredjan), quien formó parte del elenco de la Comedia Nacional y se suicidó sobre el escenario del Teatro Solís, en 1966. Con dramaturgia y dirección de Mariella Chiossoni y la interpretación de Susana Souto, quien produce la obra junto con Lorena Granizal, la pieza busca rescatar su figura del olvido. Consultada por Brecha sobre su participación en este proyecto, Souto expresó: «Su historia me pareció fascinante en el sentido de poder visibilizar su figura y profundizar en las circunstancias que la llevaron al suicidio. Trabajamos con Mariella y su texto se fue armando en el proceso de trabajo». El unipersonal se ubica en los minutos previos a su muerte y ficcionaliza los pensamientos, las acciones y las imágenes evocadas del personaje.
Sobre la investigación, Chiossoni adelantó a Brecha: «En este caso, hubo tres ejes que atravesaron la dramaturgia. Uno implicó investigar sobre la condición de ser actriz. ¿Qué implica ser actriz en Uruguay? ¿Qué cosas se ponen en juego cuando alguien decide subirse a un escenario? Por otro lado, eso está insoslayablemente unido al tema del suicidio, porque es lo poco que se sabe de Armen. Hice algunas entrevistas para tener contacto con las personas que la conocieron y buscar algunos elementos de su personalidad y su trayectoria. No ahondamos en su vida privada, rescatamos, sobre todo, su ser artista, lo que hizo como actriz. El tercer eje presente es su condición de inmigrante. Ella era hija de inmigrantes armenios desplazados a Siria, y nació en Alepo. A los 3 años llegó a Uruguay y adquirió la ciudadanía armenia, pero era una inmigrante siria». Para desarrollar una mirada informada acerca de la tradición armenia, Chiossoni contó con el apoyo de Anahit Aharonián, quien aportó su visión en un taller sobre aspectos del acervo milenario de dicha cultura. Sobre su intercambio con la directora, dijo al semanario: «Intercambiamos sobre lo que vivimos en Uruguay con Armen Siria dentro de la comunidad armenia. Aparte de ir a verla al Solís, ella trabajó en el Club Marash, que había tomado su nombre del lugar del que eran originarios sus padres, y en el Club Vramian, entre otros.
Intercambiamos sobre cómo fue la migración de los armenios a este sur, cómo se amalgamó su identidad con las características del Río de la Plata». La pieza se presenta en la Sala Delmira del 3 al 5 de marzo y luego tendrá funciones los jueves, a partir del 16 de marzo, en el Teatro Victoria.
Del viernes 10 al domingo 12 se presenta La bailiarina de Maguncia, pieza escrita y dirigida por Sandra Massera, con interpretación de Noelia Campo, que ya va por su quinta temporada y se ha presentado en un sinúmero de salas en Montevideo y el interior del país. La obra evoca momentos cruciales de la vida de Luce Mangione, escritora y activista política italiana, también defensora de los derechos de los trabajadores. Massera rescata momentos de su vida desde la juventud hasta la vejez, y dibuja una historia atravesada por los abusos de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Su interés por esta figura nace de una investigación previa sobre la activista y filósofa Simone Weil y luego de la lectura del libro Desviación, relato autobiográfico de Luce d’Eramo. Al consultarle sobre el montaje y los aspectos a destacar acerca del personaje elegido, Massera relató a Brecha: «Quise mostrar a la luchadora y también a la mujer vital y sensual que fue Luce, sus dudas y miedos. Su rabia ante las injusticias, pero también el deseo furioso de seguir viviendo a pesar del terrible accidente que sufrió en la guerra, sus ganas de divertirse, tener amantes y un hijo, desafiando las circunstancias que parecían empujarla a la oscuridad y el olvido. Nacer en el seno de una familia fascista italiana, ser hija de un funcionario del gobierno de Benito Mussolini, renegar de su familia y con 18 años tomar la decisión de irse de su casa para ver con sus propios ojos lo que estaba pasando en Alemania la convierten en una mujer con una valentía impresionante. Organizó huelgas, fue enviada a campos de exterminio y no solo sobrevivió, sino que dejó una obra escrita que la convirtió en una autora respetada y querida en su país». Así, la pieza representa ese periplo vital, en un camino de cambios radicales que definen estética y éticamente diferentes momentos de esta potente historia de vida.
Por su parte, del 17 al 19 de marzo se presenta Toffana en carne viva, monólogo que cuenta la historia de Giulia Toffana (1581-1651), una alquimista siciliana que descubrió un veneno legendario por su perfección, el acqua Toffana. Tenía la característica de ser insípido, inodoro y transparente, y pasaba desapercibido. Giulia nació en la pobreza y debió atravesar los tiempos de la peste bajo el oscuro poder de la Inquisición. Cuenta Carina Biasco, actriz que interpreta a la italiana: «Giulia Toffana es una mujer que nace en la extrema pobreza. Su madre era prostituta y ambas debían ejercer el trabajo sexual para vivir. Era la época de la Inquisición y, aunque las mujeres estaban dentro de la alta sociedad, los matrimonios estaban arreglados, así que eran abusadas por sus propios maridos o por otros hombres. En ese contexto, Giulia lucha contra el sistema para ser una mujer libre. En esa búsqueda logra llegar a ser una mujer alquimista e inventa la poción que la hizo famosa. Así que el desafío de hacer esta pieza es el de interpretar a esta mujer luchadora y resiliente que inventa algo para ayudar a otras mujeres a salir de sus matrimonios abusivos. Es una persona que se abre camino contra todos los pronósticos, en una época tremendamente hostil».
El texto fue escrito por el autor uruguayo Pablo Silva Olázabal a pedido de Biasco, quien sentía el deseo de interpretar a esta mujer alquimista. La pieza cuenta con pasajes documentados, pero principalmente se basa en sucesos de ficción, ya que poco se conoce de este personaje histórico, conocido por vender su veneno a las mujeres que deseaban liberarse de sus esposos. Dirigida por Cristina Velázquez, cuenta con el trabajo de investigación de Cinzia Gelsomina Imperio.
Para terminar el ciclo, el viernes 24 puede verse Una reina, un montaje irreversible, un unipersonal en clave clown con una narrativa cómica y poética que confronta al público con las maravillas y las miserias de la existencia humana. Con dirección de Florencia Santángelo, cuenta con la notable interpretación de Verónica San Vicente, quien creó el espectáculo junto con la directora y cuenta con amplia trayectoria en el lenguaje clown. Los recursos estéticos que parten de ese lenguaje están, en este caso, orientados al público adulto, pero continúan buscando la risa como principal expresión. La reina vive sola mientras trata de cumplir con el mandato de ser reina; una visita inesperada que llega al palacio cambiará completamente sus planes. La pieza, que ya se ha presentado en Espacio Palermo con éxito de público, promete ser diferente cada vez que se pone en escena, porque está pensada para transformarse cada noche en el encuentro con los espectadores.