La destitución de cuatro generales y su pase a retiro se ha convertido en una especie de rehén de la oposición política, que por ahora se niega a otorgar las correspondientes venias. La indefinición sobre varias jefaturas acéfalas y el nombramiento de siete nuevos generales están afectando al Ejército.
La interna en el Ejército es una olla de grillos.
Si la decisión de Tabaré Vázquez de pasar a retiro a tres generales y solicitar
al Senado la destitución de otros cuatro generó malestar en la oficialidad, la
demora de la oposición política en otorgar los votos para esas venias
acrecienta peligrosamente la incertidumbre en la oficialidad superior, que
aguarda el desenlace de la incógnita: ¿quiénes asumirán los destinos que
quedaron vacantes?, ¿quiénes serán los siete coroneles que ascenderán...
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