El gobierno Temer entregó la explotación de una de las mayores reservas de petróleo del mundo a las grandes trasnacionales petroleras. Los expertos y trabajadores de la industria denuncian una “gran amenaza a la soberanía nacional”.
Una de las primeras medidas que tomó el presidente brasileño, Michel Temer, luego de desbancar a su antecesora Dilma Rousseff, fue cambiar las reglas de juego de uno de los yacimientos de petróleo más grandes del mundo –el “presal”– que se encuentra en las costas brasileñas. La semana pasada se derribó de facto la exclusividad que la estatal Petrobras tenía sobre esa reserva, y las principales empresas petroleras trasnacionales se apoderaron de su explotación.
Descubierto en 2007 por Petrobras, este presal es una gran reserva de petróleo ubicada en el subsuelo ...
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