Deseo, cuerpos en goce, narcisismo, ritmo y decepción, el alma de la noche y la disco entre obras de otros artistas contemporáneos, en el entorno de una de las colecciones privadas más importantes. Fotografías, videos, instalaciones, performances, la moda y lo íntimo conviviendo con el urbanismo y la reflexión sobre la ciudad. Un momento efímero con aspiraciones a futuro, la utopía como discurso quimérico y la vuelta a las raíces.
—¿Cómo es partir de un concepto con tan mala prensa como el de narcisismo para tratar de ir contra eso?
—Empieza ahí la muestra. Al revelar ese narcisismo natural que tenemos todos los seres en el encuentro de la imagen, uno descubre una realidad y también despierta la utopía de una imagen deseada. Yo lo tomo como algo que tiene que ver con el propio instinto del...
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