Negar lo evidente - Semanario Brecha
Milei y la retirada de Argentina de la COP29

Negar lo evidente

Tras la designación de un nuevo canciller y en línea con el negacionismo explícito de su presidente, Argentina decidió ausentarse esta semana de las conversaciones internacionales para frenar la crisis climática y paliar sus efectos. Mientras tanto, el lobby petrolero destina millones para promocionar los combustibles fósiles en las redes sociales.

Sede de la COP29, en Bakú Afp, Alexander Nemenov

Mientras los países discuten cómo será la financiación para la acción climática a partir de 2025, el gobierno de Javier Milei ha decidido retirar a la delegación argentina de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático que se está llevando a cabo en Bakú, Azerbaiyán. «Nos retiramos de la conferencia por instrucciones del servicio exterior», confirmó a Climática Ana Lamas, subsecretaria de Ambiente del gobierno argentino.

El extraño argumento detrás de la medida sería «no interceder [sic] en los consensos» de la conferencia. Eso se da bajo un gobierno que se disoció del reciente Pacto para el Futuro consensuado en Naciones Unidas, que critica la Agenda 2030, y con un presidente que, en palabras de Lamas, «cree que el cambio climático no es cien por ciento producido por las actividades humanas». [En un debate electoral, el año pasado, Milei afirmó: «Esas políticas que culpan al ser humano del cambio climático son falsas y buscan recaudar fondos para financiar vagos socialistas», N. de E.] Recordatorio importante: el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático ha sido muy claro con la evidencia mostrada en su último informe sobre el rol inequívoco de la influencia humana en el calentamiento de la atmósfera, el océano y la tierra.

Según lo conversado con la subsecretaria argentina, la instrucción solo se limita a no participar presencialmente en estas dos semanas de negociaciones climáticas en Bakú. Por tanto, no implica –al menos de momento– ni retirarse del Acuerdo de París ni de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Habrá que esperar a ver si, con Donald Trump como presidente de Estados Unidos, el gobierno de Milei adopta otra medida respecto de los compromisos asumidos.

«Ante esto que está pasando con los eventos climáticos extremos, en los que no solo Brasil se vio afectado por la sequía debido a los incendios, sino incluso la propia Argentina, cualquier reducción en los esfuerzos para alcanzar los compromisos del Acuerdo de París es una declaración en contra no solamente para el equilibrio climático, es un debilitamiento de la protección de la vida, de los sistemas agrícolas, de los sistemas energéticos», señaló en declaraciones a Climática Marina Silva, ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático de Brasil, tras conocer la noticia, y agregó: «Ello genera, en consecuencia, pérdidas económicas, sociales y ambientales que son incalculables e irreparables».

«Sin conocer las razones por las que Argentina se ha retirado de la negociación, esta es una decisión que no tiene precedentes e implica un cambio de rumbo en las negociaciones internacionales del país», señala Andrés Napoli, director ejecutivo de la ONG argentina Fundación Ambiente y Recursos Naturales, quien agrega: «Si nos preguntamos quiénes festejan esta decisión, podemos indicar que son las compañías petroleras, las que pretenden deforestar en el monte nativo y quienes pretenden tener una economía de mercado sin ningún tipo de limitaciones».

(Publicado originalmente en Climática. Brecha reproduce fragmentos bajo una licencia CC BY-SA 3.0.)

Meta ganó al menos 17,6 millones de dólares con publicidad a favor de los combustibles fósiles

Cuando la desinformación climática se vuelve viral

Coincidiendo en su lanzamiento con la celebración de otra cumbre del clima de la ONU en un petro-Estado como Azerbaiyán, cuyas exportaciones dependen en un 90 por ciento del petróleo y el gas, el informe Clima extremo, contenido extremo señala cómo «las grandes tecnológicas posibilitan la desinformación climática en un mundo al borde del abismo».

A pesar de las frecuentes declaraciones de la industria de los combustibles fósiles sobre alcanzar el cero neto para 2050, el informe de la coalición Acción Climática Contra la Desinformación (CAAD, por sus siglas en inglés) indica que «esto no se confirma en sus planes comerciales o actividades divulgadas. Usan la publicidad continuamente para blanquear la imagen de la industria, lo que probablemente cause más retrasos críticos en la transición energética».

Desde el 24 de octubre de 2023 hasta el 24 de octubre de 2024, «ocho compañías dedicadas a publicitar combustibles fósiles pagaron a Meta más de 17,6 millones de dólares y obtuvieron 700 millones de vistas», detallan los investigadores. Agregan que, «de las cuatro empresas rastreadas, BP fue la que más gastó en sus dos entidades en Reino Unido y Estados Unidos. Sin embargo, dos grupos de presión respaldados por la industria petrolera, Energy Citizens y America’s Plastic Makers, fueron los que más gastaron en conjunto».

En el informe analizan varios casos de desinformación climática en redes sociales. El primero se refiere a noticias negativas sobre las energías renovables, en las que «se afirma falsamente que dichas tecnologías son ineficientes, poco fiables, peligrosas, prohibitivamente caras o que hacen más daño que bien a la vida silvestre y los hábitats naturales». Como ejemplo, se fijan en el perfil Wide Awake Media. Esta cuenta de X, que ha impulsado tendencias como #climatescam («estafa climática»), pasó de tener solo 322 seguidores en marzo de 2023 a 578 mil en setiembre de 2024.

El segundo caso de estudio tiene que ver con contenidos acerca de incendios forestales. Ese tipo de contenidos «busca activamente desvincular el clima extremo de los factores ambientales. En particular, cómo el cambio climático está aumentando la frecuencia y la gravedad de dichos eventos», subrayan. Un ejemplo es el youtuber y comentarista político Benny Johnson, que publicó un video en esa línea con más de 500 mil visitas. Johnson, agregan en el estudio, «está afiliado a [la ONG republicana] Turning Point USA y ha sido un colaborador clave del medio de comunicación de derecha Tenet Media. En una investigación que se hizo pública en setiembre de 2024, el Departamento de Justicia de Estados Unidos descubrió que Tenet fue financiado por agentes rusos como parte de una operación de influencia a gran escala». Un estudio posterior de la CAAD reveló que la desinformación climática de las cuentas de Tenet y otros creadores asociados obtuvo más de 23,5 millones de visitas y 1 millón de interacciones desde setiembre de 2023 hasta setiembre de 2024.

Otra muestra del papel que están jugando las redes sociales se refiere a los huracanes Helene y Milton, que en los últimos meses provocaron catástrofes en el sur de Estados Unidos. «Un contenido popular afirmaba falsamente que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias estaba reteniendo la ayuda, confiscando suministros o impidiendo que los residentes abandonaran las áreas afectadas», indica el estudio. Y añade que «publicaciones de gran repercusión afirmaban falsamente que los huracanes no eran un fenómeno natural, sino que estaban diseñados con el objetivo de devastar Carolina del Norte y despejar la tierra para una operación minera de litio. Un video de muchos que amplificaban esta conspiración obtuvo por sí solo más de 1,8 millones de visitas».

 

(Publicado originalmente en Climática. Brecha repro-duce bajo una licencia CC BY-SA 3.0).

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