No hay quien lo pare - Semanario Brecha
Destacados Suscriptores

No hay quien lo pare

Máximo Castilla volvió al ruedo.

Maximo Castilla fumigando el campo/Foto de archivo: Federico Lopez

Pese a las multas que se le han puesto, el doctor sojero continúa fumigando en zonas que tiene prohibidas. Los vecinos desesperan por saber quién tiene la potestad para detenerlo.

María
extraña su chacra de Paso Picón, que tuvo que vender,
porque su compañero no soportaba el veneno. Juan Alberto de Marco, esposo de
María, fue uno de los cinco afectados por las fumigaciones que hizo el médico y
productor sojero Máximo Castilla. Hace casi cuatro años tuvieron que mudarse a
Montevideo por recomendación del Ministerio de Salud Pública (Msp).1 A ocho metros de su
chacra, Castilla fumigaba sin parar la soja y a Juan Alberto le hacía mal. Tan
mal que ahora, por el glifosato, padece de párkinson tóxico.

Tras varias denuncias en la
Intendencia de Canelones (IC), el Ministerio de Ganadería, A...

Artículo para suscriptores

Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social

Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.

Suscribite ahora

¿Ya sos suscriptor? Logueate

Artículos relacionados

Anuario 2023 Suscriptores
Agroquímicos en alimentos

Política de desinformación

Edición 1930 Suscriptores
Las transformaciones en el campo uruguayo

«La agenda es no tocar el agro»

Leyes a medida del negocio forestal y una serie de eventos desafortunados

Poder de lobby

Crisis ecológica Suscriptores
Avances y limitaciones en la producción agroecológica en Uruguay

Otra forma posible