—¿Cuál es su diagnóstico de la situación del sistema de cuidados en Uruguay?
—La verdad es que se ha retrocedido de manera muy significativa en una política nacional que era emblemática, que estaba en pleno proceso de construcción y en avance. A partir de 2020, con el cambio de gobierno, ha habido retrocesos muy significativos, retrocesos que se pueden objetivar. El primero de ellos es un retroceso conceptual, porque prácticamente la primera acción que toma el gobierno actual es unir el sistema de cuidados con el Programa Nacional de Discapacidad, casi que asociando cuidados con discapacidad, lo que vaya si será un error conceptual. Y eso después de tantos años de trabajo de la sociedad civil, la academia y la política pública para que se entienda de qué hablamos cuando hablamos de cuidado...
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