El cuarto gobierno del Frente Amplio (FA), bajo la conducción del presidente Yamandú Orsi, asumió el pasado sábado rodeado de decenas de miles de simpatizantes, en una ceremonia que repitió el rasgo distintivo y característico de la épica frenteamplista. Y lo hizo en un mundo con mucha incertidumbre y con una realidad nacional con muchos desafíos.
Si bien el escenario de 2005 (año de comienzo del primer gobierno frenteamplista) era muy complicado –el país salía de la peor crisis económica y social del siglo XX–, en esta oportunidad la administración de Orsi enfrenta varios desafíos.
En primer lugar y en cuanto a los aspectos políticos institucionales, Orsi, a diferencia de lo ocurrido con sus antecesores de los 15 años de gobiernos del FA, no contará con mayoría parlamentaria: la tendrá en...
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