Una centena de ex-presos políticos se concentró frente a la Torre Ejecutiva para expresar su rechazo a un encuentro que, en ese momento, se realizaba dentro del edificio y que podía tener consecuencias directas en la investigación de los crímenes de la dictadura. En su despacho, el presidente de la república, Luis Lacalle Pou, estaba reunido con los escritores Mercedes Vigil y Eduardo Abenia, voceros de un grupo de personas, en su mayoría militantes de Cabildo Abierto (CA), que reclaman la libertad de militares, policías y civiles procesados por crímenes de lesa humanidad. Tras retirarse, los escritores dirigieron un breve mensaje de Whatsapp a sus adeptos con el resumen de la reunión con el presidente: «Pudimos establecer un diálogo en el cual se mostró muy atento. […] Nos dio la impresió...
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