QUIEN BUSQUE EL sentido etimológico de Ur, nombre de la famosa ciudad de donde –según la tradición bíblica– salió Abraham a fundar su dinastía, se encontrará con que en hebreo significa “llama”, aunque en la lengua acadia puede significar “fortaleza” o “construcción”. Desde esa perspectiva, Diario del sitio de Ur es ese ejercicio de una crónica que muestra el mapeo fragmentado de una realidad en llamas por la que “el fuego resolvió en estos días salir de las cocinas/ después de tanto tiempo de resignarse a hacer bullir la sopa/ se alejó de una casa y de otra y de cien más (…)/ fue por las ciudades tras el rastro/ de ejércitos en fuga,/ apadrinó alzamientos de mansos contra mansos/ chamuscó gargantas de cónsules/ infames/ túnicas de patricios partituras/ de flautistas serviles”. Pero tambié...
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