La Patagonia y la cordillera argentina son un botín largamente codiciado por las multinacionales del petróleo, la minería, el turismo y la ganadería ovina. La conquista de esas riquezas naturales por actores privados se profundiza sin prisa pero sin pausa bajo el gobierno de Mauricio Macri.
El pasado 27 de febrero llegó a la Plaza del Congreso, en Buenos Aires, una caravana de ciclistas que había recorrido 1.400 quilómetros y diez ciudades en siete días. Desde la localidad de Jáchal, en la provincia de San Juan, hasta la capital argentina manifestaron su oposición a la modificación de la ley de protección de glaciares, vigente desde 2010, que busca reducir la superficie protegida de estas extensiones de hielo que en verano liberan agua dulce para los habitantes de miles de pueblos cordille...
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