Uruguay fue de los últimos países del continente en crear un ámbito que vele por la protección de los derechos de los ciudadanos frente a los excesos cometidos por el Estado. La coyuntura electoral facilita la comprensión de su relación con la estructura. Mientras el gobierno cambia, la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (Indh) mantiene su integración. Está atada al Estado, no al gobierno. En rigor, es el primer ente autónomo parlamentario del país.
El parto de la ley que la habilitó a funcionar fue larguísimo. Cuando finalmente se vieron conformados como equipo, los cinco directores que debían asumir la tarea de construir la institución no tenían ni siquiera computadoras. “El 22 de junio de 2012 lo único que teníamos era un acta en la cual se nos nombraba en ...
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