—Usted ha dicho que decidió meterse en política entendiendo que ello va en detrimento de su capacidad académica y crítica. ¿Cómo fue ese pasaje al ámbito político y, luego, a la gestión pública?
—Yo creo que la política, obviamente, es imprescindible para que funcione una democracia y para que prospere la sociedad. Pero, a su vez, corrompe y termina teniendo un efecto perjudicial. Mi experiencia es que la política va en detrimento del perfil técnico, porque tenés que simplificar los conceptos y, quizás, a veces, defender posiciones que no son las que científicamente te gustaría defender.
—¿Y al revés? ¿Los académicos pueden pecar de subestimar el rol de gestor?
—Un académico que ingresa a la gestión pública va a precisar de mucho tiempo, experiencia y aguante para poder hacer políticas púb...
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