Con una institucionalidad y un marco legal inadecuados, la protección del patrimonio cultural se instaló en la agenda pública tras una seguidilla de polémicas de fuerte resonancia social. Los actores que históricamente sintetizaban las discusiones en la materia también han sido blanco de cuestionamientos debido a la pérdida de autonomía técnica de la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación y a las diferencias que han quedado en evidencia entre lo que la academia nomina y lo que la sociedad civil reivindica como patrimonial.
Es uno de esos temas que naturalmente se
asocian con una “sensibilidad” de izquierda, dada su naturaleza cultural y su
abordaje académico. Sin embargo, la cuestión de la protección del patrimonio
cultural, y específicamente del patrimonio urbano‑edilicio, terminó ...
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