El fotógrafo uruguayo trabaja con pueblos originarios desde 2016 y acaba de ser elegido por Sony como fotógrafo del año por su trabajo “Semillas de resistencia”. Se trata de una impactante serie en la que retrata, desde el cielo, a quienes, aun frente a amenazas cotidianas, defienden sus territorios y sus vidas.
Antes de
aquel verano le pasó lo que le pasa a todo el mundo:
una cantidad de fotos demasiado oscuras y otras demasiado claras. Pero, en
2015, mientras estaba “jipeándola” en Cabo Polonio, su amigo Diego, que
había llevado una cámara, le mostró cómo usarla. Pablo salió con ella de noche
y volvió a las tres de la mañana, sólo para cambiar la
batería. A los pocos días ya estaba averiguando dónde estudiar fotografía:
arrancó en el Foto Club Uruguayo con Jorge Ameal. Renunció al laburo...
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