Haber nacido en 1952 marcó para siempre a la Cinemateca Uruguaya, ya que, de acuerdo con el horóscopo chino, nacer ese año implica ser dragón. ¿Y qué predecían las Ludovicas de película para las y los dragones en 2019, año del cerdo? Pues lo que pasó: amores reciclados y muchos rumores.
Nostradamus lo tenía
claro: el renacer del fénix cinematequs coincidiría con películas como Roma,
con polémicas irlandesas de un guerrero protector declarado sir Martin, con
galardones invaluables para cintas uruguayas –como el premio de dirección de
Sundance para esa belleza llamada Los tiburones y el premio del Bafici para esa potencia visual y
filosófica titulada La fundición del tiempo– y con la luz absoluta y
excepcional de una lamparita de 25 watts.
Las conversaciones sobre las
proyecciones en las nue...
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