Nuevamente el Instituto Nacional de Evaluación Educativa está acéfalo. Por razones sustancialmente idénticas a las que llevaron al uruguayo Pedro Ravela a renunciar en 2014, se alejó ahora el argentino Mariano Palamidessi, su último director ejecutivo, además de unos cuantos técnicos. De su diálogo con este semanario surge que las presiones fueron lo de menos.
—Usted sabía que venía a ocupar un puesto que iba a estar sometido a tensiones fuertes, cuyas evaluaciones iban a ser objeto de polémicas políticas y objeciones corporativas, y con una estructura que no es la mejor para enfrentar esa situación...
—Sí, claro. Sobre todo el diseño de su gobierno; torcido, digamos. Además estaba el estilo de la presidenta de la Comisión Directiva (Alex Mazzei), una personalidad muy política, muy arbitr...
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