“Las fugas han bajado dramáticamente”, repitió incansablemente el directorio del inau en los últimos meses. Pero las fugas de tres adolescentes del Centro de Medidas Cautelares el miércoles 13 y el “rescate” de “el Talibán” en pleno martes santo, mientras era trasladado a visitar a su hermano, cortaron la racha.
La destitución del gerente del Semeji, Jorge Jouroff, en medio de la campaña del Partido Colorado para bajar la edad de imputabilidad y ante la necesidad de evitar que la oposición insista sobre la incapacidad de contención del inau, parece indicar que la tolerancia de las autoridades de la institución hacia las fugas llegó a cero.
El 6 de abril Jouroff fue renovado en su cargo, y el lunes 25 removido.
La decisión fue tomada por el presidente del inau, Javier Salsamendi, y el director de la institución, Dardo Rodríguez, ya que Jorge Ferrando, el restante miembro del directorio, estaba de licencia. El viernes 22 el directorio comenzó a manejar la posibilidad de sustituir a Jouroff por quien lo secundaba en la gerencia, Rolando Arbesún. Rodríguez, presidente interino del inau mientras Salsamendi está en Brasil, dijo a Brecha que las investigaciones de las tres fugas y el rescate no se realizaron con la necesaria rapidez y que eso hace que “la institución sea vista como la cenicienta del Estado, que no tiene capacidad de hacer nada cuando sí tenemos capacidad”. Asimismo, Rodríguez explicó que “el gerente es responsable de determinar los protocolos de seguridad y el encargado de elaborar los informes de urgencia para que el directorio pueda realizar las investigaciones administrativas con celeridad”.
Además, el directorio discrepó con las declaraciones a la prensa de Jouroff, quien alegó que las condiciones edilicias del recientemente inaugurado Centro de Medidas Cautelares no eran las adecuadas y “se desentendió” de la responsabilidad del traslado del Talibán, afirmando que no se trataba de una fuga sino de un rescate. “Eso no es lo que piensa el directorio del inau, nosotros somos plenamente responsables de lo que sucede en cualquier parte del sistema”, sostuvo Rodríguez.
El presidente interino planteó asimismo que “no se puede permitir que una gerencia que conduce un programa tan sensible como el de Semeji, y cuando la institución en su conjunto está todos los días en la boca de la opinión pública –porque la gente cree que es una vergüenza que los gurises entren por una puerta y salgan por la otra–, habilite el traslado de un adolescente con antecedentes que permitían prever su fuga”.
Consultado al respecto por Brecha, Jouroff sostuvo que “hay investigaciones en curso que deben determinar si hubo responsabilidad y quién es el responsable. Tiene que verse en qué circunstancias se dieron las fugas y el rescate. Yo no puedo cobrarlo porque sí, es evidente que las investigaciones todavía no culminaron”. Y agregó que “una gerencia se juzga por la gestión global, no por un caso particular”.
En ese sentido, Rodríguez aclaró que no se deja de reconocer los logros del ex gerente durante su gestión y sus aportes al proyecto de creación del Instituto de Responsabilidad Penal Adolescente, y explicó que la intención es darle “continuidad a su trabajo; creemos que quien le puede dar mayor velocidad y dinamismo es quien lo secundaba y era parte de su equipo. No hay un cambio de política sino de gerencia. Cambia la gerencia y cambian los criterios para que estas cosas no vuelvan a ocurrir”.