Luego del affaire Pluna, el gobierno de José Mujica decidió quitarle a la empresa de transporte fluvial más grande del país la posibilidad de continuar usufructuando la terminal de pasajeros de Montevideo. Sin embargo, Buquebus elevó un recurso ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo para que la medida quedara sin efecto. Según supo Brecha, el organismo rechazó en las últimas semanas el pedido de la empresa naviera. Mientras tanto, en el Parlamento avanza el proyecto que daría a la firma del empresario argentino Juan Carlos López Mena un lugar privilegiado en la rambla sur.
Un mes antes de quitarse la banda presidencial, José Mujica tomó una de las últimas decisiones de gobierno: negarle la renovación de la concesión de la terminal de pasajeros de Montevideo a la empresa Buquebus. Los motivos estaban a la vista: el empresario Juan Carlos López Mena había realizado el nexo con la empresa fantasma Cosmo para que se presentara a la subasta de los aviones de Pluna. El representante de la firma, Hernán Calvo, conocido posteriormente como “el caballero de la derecha”, había trabajado en la empresa marítima del argentino. El episodio de la fallida subasta terminó con el procesamiento sin prisión del ministro de Economía, Fernando Lorenzo, y del presidente del Banco de la República, Fernando Calloia, por el otorgamiento del aval de 13,5 millones de dólares a la empresa fantasma, aunque tres años después, la semana pasada, la nueva jueza de crimen organizado María Helena Mainard absolvió al primero (decisión que fue apelada por la fiscalía) y condenó al segundo a 20 meses de prisión por el delito de abuso de funciones y al pago de una multa equivalente a poco más de un millón de pesos.1 Pero entonces, en medio del escándalo la empresa Cosmo se retiró del negocio y López Mena se hizo cargo del pago del aval.
Ante la decisión de Tabaré Vázquez de mantener intacta la resolución de su antecesor, el empresario argentino presentó una demanda ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo (Tca) impugnando la decisión y solicitando que se le concediera el usufructo hasta que se pudiera instalar en otro lugar. López Mena supuso, en una entrevista con El País,2 que “había sido un error” porque Mujica le “había dado su palabra” de que el permiso iba a ser extendido: la empresa marítima gestionaba la terminal desde 1994 y se le había renovado en todas las oportunidades, razonó. Incluso, sostuvo, le parecía “un absurdo” que el Estado hiciera concesiones a empresas de transporte con “fechas de culminación”. Según la información recabada por Brecha, el fallo del Tca de noviembre de este año no fue favorable para López Mena, por lo que la Administración Nacional de Puertos será la encargada de continuar gestionando la terminal de pasajeros en el puerto de Montevideo.
Sin embargo, y al mismo tiempo que demandaba al Estado para quedarse en ese lugar estratégico, el empresario argentino comenzó a delinear otras alternativas. Fue así que empezó a recomponer los lazos con las autoridades nacionales y presentó un proyecto para realizar una nueva terminal de pasajeros sobre la rambla sur de Montevideo.
EL COMODÍN. La iniciativa de construir un edificio piramidal para recibir a los pasajeros, un hotel y un estacionamiento subterráneo en el predio del dique Mauá, entre las calles Florida y Wilson Ferreira Aldunate, fue recibida con los brazos abiertos por el gobierno de Tabaré Vázquez que, en abril de 2016, declaró al proyecto de interés nacional. En agosto el gobierno incluyó en la rendición de cuentas un artículo que establecía la enajenación de dos padrones de la rambla al ganador de la licitación, pero el texto legal no incluía contraprestaciones ni plazos, por lo que los legisladores del Frente Amplio se opusieron a votarlo tal como estaba. En febrero de este año, para darle celeridad a la aprobación de la iniciativa, el Ejecutivo envió un proyecto de ley.
Durante su tratamiento en comisión parlamentaria, se incluyó como condicionante para la enajenación de los terrenos el cumplimiento de las obras en los plazos que indiquen los pliegos licitatorios. En las discusiones, varios legisladores de la oposición hicieron referencia a los antecedentes del empresario argentino y al rol protagónico que tuvo en el affaire Pluna. El oficialismo optó por dejar a un lado los reparos y centrarse en las ventajas que podría suponer la inversión de 200 millones de dólares. La iniciativa parecía no terminar de convencer a los senadores y su aprobación en el plenario fue postergada en más de una oportunidad, pero el 6 de diciembre el Senado le dio finalmente media sanción con los votos del Frente Amplio y del Partido Nacional.
A pesar de la decisión del anterior gobierno de no extenderle la concesión al empresario argentino para que continúe en la terminal de Montevideo, y luego del fallo del Tca en el que se rechaza el pedido de López Mena, todo parece indicar que Buquebus podría continuar teniendo un lugar privilegiado a orillas del Río de la Plata, esta vez sobre la rambla sur montevideana.
- Véase “Analgesia parcial”, Brecha, 21-XII-17.
- Véase El País, 25-VI-15.