Suicidios: ¿un problema de seguridad y salud en el trabajo? - Semanario Brecha

Suicidios: ¿un problema de seguridad y salud en el trabajo?

Hoy se conmemora el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, con el objetivo de promover instancias de debate sobre «un entorno de trabajo seguro y saludable como principio y derecho fundamental en el trabajo».

Si bien en nuestro país la evolución del derecho ha acompasado la implementación de normativas que protegen la salud ocupacional de trabajadores de múltiples rubros, sabemos que abordar temas relacionados con la salud mental en el trabajo sigue siendo un tema tabú, casi inexistente en el listado de las enfermedades profesionales de la Organización Internacional del Trabajo.

La experiencia nacional e internacional ha mostrado que existen formas de organización del trabajo que son expulsivas, que enferman y que han llegado a matar. Un ejemplo de ello se constató con la ola de suicidios masivos registrados entre 2007 y 2010, cuando la empresa francesa de telecomunicaciones France Télécom se privatizó y se transformó en Orange, lo cual implicó un plan de reestructuración que afectó la salud mental de muchos y terminó con la vida de otros.

Uno puede llegar a preguntarse: ¿matarse por el trabajo? Pero ¿qué se les cruzó por la mente a esas personas que decidieron ponerles fin a sus días? ¿No tenían familia, pareja, amigos? ¿Solo encontraban sentido a su vida en ese ámbito laboral?

El 20 de diciembre de 2019, en el histórico juicio France Télécom se encontraron algunas respuestas. Los 35 trabajadores que se suicidaron no padecían antecedentes de trastornos psiquiátricos, sino que fueron víctimas de prácticas manageriales cotidianas que configuraron «acoso moral institucional».

Como claramente muestra la película Corporate,de Nicolas Silhol (2017), los trabajadores pueden ser víctimas de una violencia en apariencia sutil, pero que poco a poco los va conduciendo a una espiral de sobrecarga laboral, conflicto ético, desesperanza, falta de reconocimiento, pérdida de autonomía y de sentido en el trabajo.

Tanto desde la psicodinámica del trabajo como desde distintos estudios sociales del trabajo (salud ocupacional, psicología social del trabajo, sociología del trabajo) se ha mostrado un marcado interés por analizar las situaciones laborales a la luz de las teorías y los procesos macro, centrándose en las transformaciones del capitalismo y sus consecuencias, tanto en la organización del trabajo como en las formas de ser, sentir, pensar y actuar de los trabajadores. En múltiples publicaciones, desde estas perspectivas, se ha constatado la centralidad del trabajo y sus repercusiones en la salud.

Uno nunca trabaja solo; siempre trabajamos con otros y para otros. Trabajar no implica solo «ganarse la vida», se pasan muchas horas de la vida en determinado lugar, donde, al trabajar, las personas siguen desarrollando su identidad. Al trabajar se sufre, se comete errores, se fracasa, se vuelve a intentar, se supera obstáculos, se agrandan los registros de inteligencia y se vuelve a enfrentar dificultades.

Muchas veces, las posibilidades de realizar un trabajo de calidad no solo dependen de la buena voluntad de los trabajadores ni de las fortalezas psicológicas individuales. Es decir, luego de hacer un árbol de causas, entrevistas en profundidad, análisis de notas suicidas, hay amplia literatura que muestra que hay trabajadores, aguerridos, sobreimplicados con su oficio, con amplia experiencia laboral, que, sin antecedentes psiquiátricos ni motivos racionales aparentes, deciden poner fin a sus días.

En el derecho laboral de varios países europeos, el suicidio relacionado con el trabajo es considerado  un accidente laboral e implica responsabilidad penal empresarial, por lo tanto, es un problema de salud y seguridad en el trabajo, que responde a un fenómeno complejo y que sigue requiriendo un análisis interdisciplinario para intentar comprenderlo y prevenirlo.

Si bien hay personas que han encontrado (en la psicoterapia, en la militancia sindical o en el trabajo voluntario) fuentes de salud mental y gratificación personal que no encuentran en su trabajo remunerado, se vuelve imprescindible generar espacios de deliberación colectiva en los que se pueda pensar la organización del trabajo, para identificar las dificultades y las posibles vías de transformación de la realidad laboral.

Las ciencias sociales de la salud en el trabajo han demostrado que cuando se prioriza la rapidez de ejecución sobre la maduración de los procesos, cuando es más importante la cantidad de resultados visibles que la calidad del trabajo, cuando se tiende a invisibilizar trayectorias, cuando prima una única forma de trabajar (The One Best Way) frente a la inteligencia colectiva, cuando se promueve la competencia y la pérdida de sentido en el trabajo, no se está contribuyendo a generar entornos de trabajo seguros y saludables.

*   María Noel Close es doctora en Psicología y profesora adjunta del Departamento de Salud Ocupacional de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República.

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