En el imaginario colectivo subsiste todavía la idea de que al psicólogo accede quien puede, no quien quiere, una idea ligada más a la mercancía que al derecho a la salud que a todos asiste. Bastante razón hay en ese pensamiento. A siete años de que el Sistema Nacional Integrado de Salud estableciera las primeras prestaciones obligatorias para la salud mental, psicólogos, académicos y ex jerarcas señalan que el plan se quedó por el camino.
La psicoterapia no fue pensada para los pobres, y tal vez por eso todavía subsiste como un servicio de lujo. Su práctica más clásica se extendió en buena medida a través del ámbito privado, los honorarios se negociaron tradicionalmente entre el “cliente” y el profesional, la transacción se desplegó en la intimidad de un consultorio. Así, la psicoterapia s...
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