Marcelo Silvera, dirigente del Sindicato Único del Transporte de Carga, fue asesinado el martes por otro camionero señalado por sus prácticas antisindicales. Este año tendrá lugar la ronda de negociaciones salariales más abarcadora desde la restauración de la democracia. Empieza complicado.
“El camión intentó rebasar al automóvil en una zona donde no estaba habilitado a hacerlo y, al cambiar de carril, casi embiste al automóvil”, relata la crónica publicada ayer en Diario Norte, de Rivera.
“Esto generó una discusión entre ambos conductores que terminó en la empresa Viana, donde se dirigía el camionero. Allí frenan, y cuando Silvera se dispone a subir al camión, el conductor toma su arma de fuego y le dispara en el pecho”, remataba.
“El compañero Silvera, que iba en su auto junto a su señora y el hijo de ambos, se ve sorprendido cuando un camión se le viene encima”, narró en cambio Marcelo Luzardo, secretario de organización del sindicato del transporte de carga (Sutcra) al portal del Pit-Cnt. No fue que el camión corriese el riesgo de embestir al coche, es que “lo encierra y lo hace salir de la ruta”, añadió Luzardo.
Entonces fue que Silvera, seguramente indignado, persiguió al agresor hasta la entrada de Transportes Viana. “Antes que el portero abriera –continuó Luzardo–, Silvera se baja del auto y le reclama a quien lo había agredido. La respuesta fue un balazo en el pecho, el cual le rompió el corazón y le perforó un pulmón. La muerte fue instantánea”, concluyó.
Tanto Luzardo como otros integrantes de la dirección del Sutcra, consultados por Brecha, coincidieron en que el agresor no sólo no integraba la organización, sino que ya había amenazado –de palabra y de hecho– con embestir a los trabajadores sindicalizados con el vehículo.
En declaraciones a la edición de ayer de La Diaria, el propietario de la empresa afirmó que fue el portero quien llamó a la Policía, pero en un comunicado publicado el miércoles el Sutcra acusó a la empresa de incurrir en “omisión de asistencia”, “no teniendo la deferencia ni siquiera de llamar telefónicamente a ninguna institución de salud, ya que los vecinos de la zona ante los gritos desgarradores de la esposa [de Silvera] son los que llaman a las autoridades”.
Según se ve, la naturaleza del conflicto que culminó en el tiro está por averiguarse. Sin pronunciarse sobre sus causas, tanto el Frente Amplio como el Ministerio de Trabajo se apresuraron a condenar lo sucedido.
En la tarde de ayer el secretariado del Pit-Cnt ofreció una conferencia de prensa en la que eligió inscribir el caso en una preocupación de la que también forman parte otros asesinatos ocurridos desde fin de año: dos feminicidios, dos muertes de policías y la de un taxista.
En la ocasión, se anunció un conjunto de medidas que intentarán –en palabras del presidente de la organización, Fernando Pereira– “colocar la paz como una consigna fundamental del movimiento sindical, contraatacar a la lógica del insulto, el agravio, la descalificación que se da por muchas vías contra dirigentes sindicales”, pero también “contrarrestar la lógica que muchos hombres están teniendo matando a sus esposas o ex esposas en actos de feminicidio crueles y la violencia que se genera contra los trabajadores y contra la ciudadanía de distintas formas”.
El próximo 9 de enero se cumplirá, en homenaje a las víctimas, un paro general parcial desde las dos de la tarde. “Después del luto y de las acciones de solidaridad con la familia, se trata de construir una perspectiva de futuro de paz y no violencia”, apuntó el dirigente.