Último acto - Semanario Brecha
Teatro. En el Teatro Victoria: Armen

Último acto

DIFUSIÓN

Este unipersonal dirigido y escrito por Mariella Chiossoni se inició en una investigación en torno a la figura de la actriz Armen Siria, quien formó parte de la primera generación de la EMAD [Escuela Multidisciplinaria de Arte Dramático], integró el elenco de la Comedia Nacional y se suicidó en 1966 en el escenario del Teatro Solís, que se encontraba en refacción. En la escena vemos a la actriz Susana Souto, que ingresa de mochila a un teatro en busca de alguien, de una presencia con la que añora un encuentro. Allí, entre bambalinas, comienza a transformarse en otra, en esa actriz que ha venido a buscar, mientras devela los aspectos más personales del oficio que comparten. El escenario se vuelve construcción continua de aquello que se repite noche a noche y que es un ritual necesario, imprescindible para quien lo ejecuta: se establece un fuerte diálogo entre el ser y el estar. De a poco, se van tejiendo aspectos de la biografía de esta actriz de origen armenio que nació en Alepo (Siria) y que en Montevideo siempre se sintió si no extranjera, al menos extraña.

El monólogo recrea momentos de su vida previos a su suicidio, final trágico del que poco se supo o se recuerda y, sin buscar explicaciones, intenta acercarse a las vetas emocionales del oficio de la actriz. Armen fue alumna de Margarita Xirgú y con ella vivenció y aprendió la disciplina. También debió superar las barreras que le significaba su físico alto y llamativo para poder interpretar roles que no solo fueran secundarios. La pieza destaca esa trayectoria desde el lugar de lo periférico en un star system teatral emergente.

Como resultado de un trabajo escénico que utilizó como insumo entrevistas y documentos, Chiossoni logra dibujar, junto a la gestualidad y presencia escénica de Souto, la figura de aquella mujer olvidada por la memoria. Ambas, directora y actriz, ingresan en su universo para imaginar lo que pudo haber vivenciado luego de renunciar a su cargo en la Comedia Nacional y ser rechazada al pedir un reingreso. En un relato que deviene dinámico, el escenario se transforma con pocos elementos, delante y detrás de un telón derruido con manchas que son difíciles de borrar. En este contexto se representan y recuerdan los papeles que Armen interpretó para el elenco oficial, entre ellos Amelia en Los muertos, de Florencio Sánchez, entre varios otros roles de reparto.

De a poco, la escena se va montando con los elementos que acompañaron a Armen en sus últimos minutos de vida, como una cartera de charol negro y el libro El hombre mediocre, de José Ingenieros, que pudo pertenecer a Justino Zavala Muniz. Las frases de Ingenieros acompañan los pensamientos de la actriz mientras medita sobre su futuro accionar y hace referencia a las personas que no contemplaron su situación laboral. Un acta de la Comisión del Teatro resuena por la frialdad de sus líneas y los silencios dicen mucho más que las palabras. Sobre la escena como medio de vida, rasgo de identidad y sostén emocional reflexiona esta pieza que formó parte del ciclo Nosotras del Teatro Solís y tendrá nuevas funciones en el Teatro Victoria.

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