“Negra, feminista e hija de la favela Maré.” Así se definía a sí misma Marielle Franco, asesinada a balazos el miércoles 14 en Rio junto a su chofer Anderson Gomes. Marielle era, además, madre soltera, y lesbiana. Y militaba en el Partido Socialismo y Libertad. Y se decía también ecologista. Condensaba todos los “males”: casi por cualquiera de ellos podría haber sido asesinada en el Brasil de Michel Temer, uno de los países en que más asesinatos se producen de dirigentes sociales, de militantes ecologistas, de personas LGBT… Pero seguramente la mataron por ser una de las caras más visibles de la lucha contra la militarización de la seguridad en Rio, por denunciar la represión a los jóvenes en las favelas, por insistir en destacar las complicidades entre uniformados y narcos. Dos días despu...
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